Mercedes Funes dialogó en exclusiva con Infobae, donde repasó su carrera, habló de su familia y su maternidad. La actriz abrió su corazón y recordó a su hermana fallecida, y su infancia. Enterate de todos los detalles, en esta nota.
La actriz contó: “Recuerdo que mi hermana y yo, que dormíamos en el mismo cuarto que mis padres porque era lo que se podía, esperábamos a que llegasen las noches de fin de semana. El momento en que se apagaban las luces era el más emocionante: significaba el comienzo de otro realto de papá”.
Luego, Mercedes recordó su infancia y las 14 mudanzas: “Nos recuerdo siempre como inmigrantes en nuestra propia Argentina”. Sus padres dejaron San Martín de las Escobas en Santa Fe (él) y Colonia Marina en Córdoba (ella) para casarse en San Francisco y ser “inquilinos eternos” a lo largo del itinerario que la política marcase. La capital porteña se hizo destino oficial en 1990, “cuando a mis 11 años decidí que sería actriz y fui amorosamente escuchada”.
Sobre la palabra “Política” ha sido una palabra que dolió durante años. “Iba a la escuela y escuchaba a mis compañeros decir: ‘¡Los políticos son unos hijos de puta! ¡Todos ladrones!’ Y yo, que jamás contaba de qué trabajaba papá, pensaba: ‘Sí, hablen lo que quieran… Él no es así’. Después de todo, al llegar a casa, yo abrazaba la verdad más tangible. Ahí no había engaños”.
El recuerdo de Mercedes Funes
La actriz recordó a Luciana, su hermana fallecida: “Era hermosa”, recuerda Meme. “Hoy, seguramente, podría dársele una especificidad a su diagnóstico. Pero, por aquel entonces, los especialistas nos decían: ‘Es fronteriza’. O sea, alguien que, a diferencia de la mayoría de nosotros, no tiene la misma capacidad intelectual o similar predisposición emocional para gestionar sus emociones. Nos dijeron que se trataba de una anomalía de índole más orgánico: una cuestión congénita en su cerebro que la llevó a una cirugía y, por supuesto, a todas sus consecuencias posteriores”.
Luciana falleció en 2003, a los 27, “en una situación accidental muy dolorosa que prefiero reservarme”, advierte Mercedes. “Se fue muy triste pero con mucho amor y yo sé que hoy está muy bien”.
Meme hizo hincapié en su mamá: “Mi vieja dejó todo por ser mamá y esposa. Entre tanto, ese mundo, que ella veía pasar a través de su ventana, de repente cambió. Fue entonces que todo eso por lo que antes la aplaudían, ahora la miraban de reojo, como bicho raro. Eso que supuestamente era ‘lo mejor que podía hacer por la vida’, como le habían indicado, pasó a no tener valor para nadie”.
Y continuó: “De ahí en más, como otras tantas, adoctrinó a sus hijas para que seamos ‘alguien’, como si ella no lo hubiese sido”. Fue así que, durante algún tiempo, Nelly se opuso a que Mercedes fuese actriz con supina insistencia”.
Meme, además, contó su deseo de no maternar: “Un deseo que, con el correr de los años, decía haber madurado “con miedo y timidez”. Pero claro, eran nociones personales demasiado prepandémicas. Hoy, me sorprende tajante: “Yo tomé la decisión de no ser mamá, y Cecilio me ayudó mucho en ese tránsito”.
Y siguió: “La maternidad nunca se me dio naturalmente, por lo que Cecilio y yo hicimos varios tratamientos. Y tampoco sucedió. Pero llegó la pandemia, el mundo cambió y yo también”.