Los miércoles a las 22hs podes ver en el teatro Picadero, “Yo también me llamo Hokusai con Iván Hochman el protagonista de la serie de Fito Paez.
Opinión:
Una decepción total.
Cuando llegué al Picadero se notaba un clima de mucho entusiasmo, el restaurant del teatro estaba lleno de gente consumiendo, se percibía muy buena energía, me animaría a decir una gran algarabía por ver esta obra. La calle también estaba inundada de gente esperando poder entrar a la sala, pero los minutos fueron pasando, el boletero me anticipó que había un retraso y en vez de a las 21.30hs la obra iba a comenzar 22hs, pero la obra comenzó a las 22.45hs, más de una hora de retraso. Ya el clima no era igual, primero que a nadie le gusta esperar y menos tanto y segundo quienes vamos mucho al teatro sabemos que las obras tienen poco retraso. Hasta en algunas salas se comienza puntual y se cierran las puertas, es decir, llegas tarde y no podes entrar. La puntualidad teatral es respeto del artista a su público y del público al artista.
La idea de lanzar un unipersonal al mismo tiempo que se estrenó la serie de Fito Paez en Netflix, me pareció un acierto extraordinario, una jugada de marketing excelente para un actor joven que hasta ahora no tiene ni fama ni reconocimiento.
Pero para completar esta gran idea había que elegir una obra que haga destacar al actor y músico (porque también toca el piano) pero eso no sucedió.
Pasamos de una gran idea a un error garrafal. La obra es la nada misma, aburre y es pesada. No hay emoción, no hay drama y hay muy poco humor, nada.
Pensé que este unipersonal iba a ser utilizado para que el actor se destaque desde la actuación y tocando el piano. Pero ninguna de las dos cosas suceden. ¿Para que tener un piano de adorno y a un músico que lo toca tan poco? Si hay un piano que sea protagonista, si hay un actor haciendo un unipersonal que el texto y dicho actor sean los protagonistas. Pero nada de eso sucede.
Un paso en falso de un actor que tuvo la gran idea de hacer un unipersonal al mismo tiempo del lanzamiento de la serie que protagoniza, pero eligió mal la obra.
El contraste del comienzo y el final es el gran ejemplo de la noche: la algarabía y la energía positiva para querer entrar, se contrastó con al menos diez personas que cuando llegó el final de la obra huían rápido de la sala.
@campana_gabriel
Sinopsis
Luego de protagonizar la biopic de Fito Páez en Netflix, Iván Hochman recibe el llamado de un importante artista plástico que le recomienda aprovechar su esporádico minuto de fama para crear un unipersonal en el que demuestre sus “verdaderos dotes actorales”.
Para dicha misión, le pide ayuda a su mejor amigo de la infancia y juntos roban la obra “Yo también me llamo Hokusai”, que cuenta la historia de un escritor sin nombre al que lo deja la novia para irse a salvar el mundo.
Teatro Picadero
ADAPTACIÓN: Tomás Masariche e Ivan Hochman.
DISEÑO ESCENOGRAFÍA: Laura Copertino
DISEÑO GRAFICO: Luca Montefiore
DISEÑO ILUMINACIÓN: Matías Sendón
DISEÑO VESTUARIO: Laura Copertino
PRENSA: Eugenia Sarubbi y Santiago Barneda
FOTOGRAFÍA: Jazmín Robles
LIBRO: Jose Emilio Hernández Martín
DIRECCION: Tomas Masariche
COMUNICACION: Eugenia Sarubbi y Santiago Barneda
PRODUCCIÓN: Santiago Barneda
DISEÑO DE SONIDO: Maga Clavijo
DISEÑO DE VIDEO: Maga Clavijo
MENTOR: Ariel Mlynarzewicz
AUTOR DEL CUADRO: Ariel Mlynarzewicz